El tráfico ilegal de haitianos, el robo de ganado, los apagones y la falta de inversión del gobierno en obras, ha sido el panorama en los pueblos de la Línea Noroeste durante el año 2009, según explicó el sacerdote jesuita Regino Martínez Bretón, director de Solidaridad Fronteriza (SF).
Manifestó que el desinterés mostrado por las autoridades gubernamentales provocó el atraso de las provincias fronterizas, lo que a su juicio las mantienen sumergida en el abandono y el subdesarrollo económico y social.A decir del religioso y activista del noroeste, la crisis energética constituyó en el 2009 en uno de los factores más perjudiciales, al señalar que ante la ausencia del servicio se estancan los pequeños y medianos empresarios, las amas de casa y los comerciantes.
El padre Martínez Bretón culpó a las autoridades por el déficit energético de la región, tras recordar que si hubiera voluntad política no faltara la electricidad.“Somos la única región que pudiéramos tener el problema resuelto porque contamos con la presa de Moncion y el anillo del noroeste, sin embargo, la energía que produce la presa se la llevan para Puerto Plata y Santiago.
La región noroeste debería tener 24 horas de luz y sin consumo de combustible”, expresó.Por otra parte, el director ejecutivo de Solidaridad Fronteriza dijo que el tráfico de indocumentados y de ganado se produce por la complicidad con las autoridades que custodian las zonas fronterizas.Dijo que el problema no está en los ilegales haitianos sino en los controles corruptos de las fronteras que, “en vez de seguridad lo que generan es inseguridad”.
El sacerdote manifestó que a pesar de los más de 300 kilómetros de frontera con el vecino país, tanto los robos de reses como el ingreso clandestino de los haitianos se producen por lugares específicos, por lo que le da razón atribuir a la falta de controles y en otros casos a la corrupción el hecho de que se produzcan el desorden.Falta inversiónEl padre Regino Martínez Bretón pidió el arreglo de carreteras y caminos vecinales, el relanzamiento del puerto de Manzanillo, la reparación y construcción de escuelas, mejorar la salud pública y proteger el medio ambiente.
El sacerdote confió que en el año 2010 haya un proceso de definición legal de las fronteras, es decir, un marco jurídico donde se defina el reglamente de migración para que la ley se aplique y se inicie un proceso de regulación.Asimismo, exhortó que sea acogida la propuesta que en ese sentido ha sugerido el secretario de Interior y Policía, Franklin Almeida.
También, el padre Regino llamó a continuar con el desarrollo de la comisión mixta binacional, la que dijo es fundamental para resolver problemas de migratorio, de comercio, salud y medio ambiente, entre otros.
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