La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por sentimientos de tristeza, dolor, llanto frecuente, ideas catastróficas (todo me pasa a mí, tengo mala suerte, etc.), ideas suicidas o de muerte, estado de ánimo bajo, lentitud al moverse, pérdida del apetito o aumento exagerado del apetito y peso, problemas para dormir, disminución de la energía, falta de interés sexual, sentimientos de ruindad, inutilidad y fracaso entre otros.
Las personas que tienen este trastorno observan como su vida sexual se ve muy afectada, y en muchas ocasiones van a consulta con la demanda de que su pareja se queja porque ellos o ellas “no tienen fuego en la cama o no tienen deseo de tener relaciones sexuales”.
La mayoría de las personas deprimidas sienten una reducción de los impulsos sexuales, pero sólo en menos de un tercio de los casos llegan a ser trastornos sexuales mayores como la anorgasmia y disfunción eréctil. Aunque los mecanismos de excitación sexual permanecen intactos.
En los casos de depresión crónica es común la falta de deseo, y con frecuencia se pierde la capacidad para disfrutar de las fantasías sexuales. La persona deprimida suele tener pocas o ninguna fantasía sexual. No sienten deseo, ni excitación sexual.
En la consulta, el terapeuta evalúa si la depresión es la causa de la disfunción sexual o es la disfunción sexual la causa de la depresión, esto es de suma importancia. Tanto los trastornos del estado de ánimo como las disfunciones sexuales tienen excelentes pronósticos si son tratados a tiempo.
Licda. Heidy Camilo H
Terapeuta sexual y de pareja
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