El uso de leña y carbón se ha incrementado considerablemente por parte de amas de casas, lo que atribuyen al alto precio en que se encuentra el galón de Gas Licuado de Petróleo.
Algunas de ellas explican que los precios de los alimentos están por las altas nubes, a los que también hay que sumarle el alto costo del gas, por lo que ya la carga se hace insoportable para las familias pobres.
En los barrios y comunidades admiten que la quema de carbón y leña causan daños al medio ambiente, pero que, precisamente, el primer y gran recurso de la naturaleza, es el ser humano, y ya los pobres, los hijos/as de Machepa, están sumidos en la desesperación.
Agregan que el gobierno le tiene el agua, la soga y la navaja al cuello, y que, por tanto, se ven en la obligación de acudir a la quema de carbón y leña, porque ya el galón de gas ronda los 100 pesos.
Argumentan que si aparece algo para hacer un ajiaco, si compran el gas, entonces tendrían que quedarse sin comer, y exponer los niños/as a enfermarse.
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