Los cuerpos en descomposición de dos hermanos fueron encontrados ayer quemados, con varios disparos y enterrados en una zona inhóspita y montañosa en Jagua de la Ceniza.
Rubén Domínguez de 23 años de edad y su hermano Onelio de Jesús Domínguez, de 28, salieron de Santiago Rodríguez y desaparecieron en septiembre de 2010.
Los identificó su padre Sinencio Domínguez Reyna, por las gorras que llevaban puestas el día en que desaparecieron. Cuando médicos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses cavaban, también apareció la varilla incrustada en una pierna que una vez le fue colocada a Onelio, luego de un accidente de tránsito. Una mujer que observaba la escena se desmayó.
Se cree que los asesinó un grupo de matones a sueldo, de la banda del Plan, en un ajuste de cuentas. Los hermanos fueron constatados vía telefónica por dos mujeres, que los invitaron a unas patronales en Dajabón. Uno de los seis detenidos delató a los matones y llevó a la policía al lugar donde fueron enterrados los hermanos.
Un hermano pide que se haga justicia
Pedro Domínguez, hermano de las víctimas, demandó de las autoridades abrir una investigación y apresar a los culpables. La Policía y representantes del Ministerio Público prometieron profundizar en las pesquisas para aclarar el hecho.
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