Insultos y descalificaciones caracterizan campaña electoral dominicana.

Por Carmen Metz.

Como deprimente y bochornoso podemos calificar el discurso ofensivo de algunos partidos políticos, candidatos y simpatizantes o seguidores de estos, en la actual campaña electoral en la República Dominicana, la cual producto de la efervescencia y las pasiones políticas, se ha caracterizado por los constantes insultos y descalificaciones personales por parte de unos y otros candidatos.

El festival de agravios y ofensas que se ha adueñado del presente proceso electoral, parece no tener limites, llegando a tal punto que los amigos de ayer, son los enemigos de hoy.

Es lamentable, pero no deja de ser una realidad palpable que la mayoría de los partidos, asesores o coordinadores de campaña usan como estrategia política las descalificaciones, ofensas e insultos para promover sus ' pupilos' haciendo mayor énfasis en los ataques personales que en debates de las propuestas y las ideas de desarrollo como verdaderos recursos a fin de convencer a la población votante.

Pero claro!!, es entendible el uso de esos argumentos y discusiones infantiles , ya que la gran mayoría carecen de programas o proyectos políticos a ejecutar, y con este recurso lo único que pretenden es desviar la atención del electorado.

Podemos disentir sin que esto nos de el derecho de insultar y ofender a nuestros adversarios, y menos aún usar epítetos, apodos o lenguaje descompuesto que lo único que hacen es mostrar la pobreza de nuestros argumentos , capacidad, al igual que la intolerancia de nuestras actitudes , creándonos conflictos, alejamientos y enemistades con el oponente- contrario.

En tal sentido, los amigos de hoy, se convierten en los enemigos de mañana, y en ocasiones echamos en el saco del olvido los favores recibidos en momentos determinados de nuestras vidas,convirtiéndonos en personas amnésicas (os), y no debe ser así.

Hay que saber ser agradecidos, no importa el lugar, el escenario o las circunstancias en que estemos o que nos rodean.

Es preferible mantener la cordura, hacer el compromiso de no descalificar o insultar con improperios al adversario político, mucho menos creernos o sentirnos que estamos por encima del otro, que somos superiores, y menos aún cuando se trate de alguien conocido, un compueblano nuestro, un vecino, un hijo de nuestra patria chica.

Recordemos que la política pasa y seguiremos siendo dominicanos(as), y de nuevo estaremos viéndonos la cara ....

El fanatismo y el calor de una discusión sobre ideas y planteamientos políticos puede romper una amistad, provocar divisiones y problemas en las familias, matrimonios, en el trabajo y hasta en nuestras relaciones interpersonales.

Hay que valorar y saber distinguir entre la amistad que dura para toda una vida, y tener cuidado en expresar nuestros punto de vista, evitando a toda costa que no sean ofensivos..

Todos hemos sido testigos del discurso, la campaña sucia y la subida de tono de nuestros políticos , caracterizados por la arrogancia, la mentira, el irrespeto, el uso de expresiones grosera y vulgares, usando un léxico insultante e injurioso, carentes de cortesía y de civismo, producto de la desesperación y de las presiones de la propia contienda electoral.

El pueblo dominicano, en su gran mayoría, se siente cansado de los discursos demagógicos, vacíos y sin futuro; al igual que el comportamiento exhibido por algunos políticos nuestros , y es por ello que pide a gritos moderación y armonía incluyendo un cambio en el lenguaje usado.

Ademas, reclama propuestas viables y realizables capaces de enfrentar y solucionar los grandes retos, desafíos y problemas que afectan a todo la nación , por lo que la falta de confianza y credibilidad , junto a la pobreza y la agresividad de los discursos de nuestros políticos en todo este proceso electoral, han provocado decepción en la inmensa mayoría de la opinión publica , a tal punto que se prevee un alto indice de abstencionismo el próximo 16 de mayo.

Pienso que la sociedad civil, al igual que los medios de comunicación, tienen la responsabilidad de jugar un papel mas activo en los procesos electorales, implementando una cultura del debate como forma de hacer una política civilizada, capaz de producir cambios positivos , aprovechando los avances que nos ofrece la tecnología de hoy día.

Finalmente recuerden que;

 Las palabras tienen un peso, una luz y una sombra,

un efecto que puede llegar a ser devastador'. (J. Edwards)